
De
Huertas
y Jardines
André Le Nôtre
1613-1700
Convivió con la jardinería desde la cuna, ya que su padre y su abuelo fueron responsables de la atención del Jardín de las Tullerías del palacio real en París; su padrino era supervisor de jardines reales, el marido de su madrina fue Claude Mollet, el ilustre jardinero jefe de tres reyes de Francia; y sus dos hermanas se casaron con jardineros.
Le Nôtre fue formado en matemáticas, pintura y arquitectura, pero abandonó una incipiente carrera como pintor cuando, en 1636, fue convocado para trabajar en los jardines reales junto a su padre. Desde ese momento inició una profesión que ejercería hasta su muerte, y que lo llevaría a la gloria de la jardinería.
De las numerosas obras que realizó (proyectos completos, ampliaciones o modificaciones), su gran creación fue el jardín de la residencia para el descanso real en Versalles, donde impuso una concepción geométrica que más tarde y para siempre sería reconocida como "el jardín francés".
Entre sus restantes realizaciones se incluyen: las transformaciones en las Tullerías, los parques de Vaux-le-Vicomte, Chantilly y Sceaux y jardines de palacios en toda Francia. Trabajó además en Inglaterra, Alemania, Suecia y Países Bajos.
Sus proyectos fueron monumentales y se caracterizan por la combinación de parterres geométricos, flores, fuentes y esculturas.
Las dimensiones actuales de Versalles, 756 hectáreas, representan sólo una muestra de las 15.000 que abarcaron los jardines de Luis XIV en su apogeo.
Era el mayor parque de Occidente, el más lujoso, el más exótico y el más refinado. Debía ajustarse al lema: "No existen límites para la ambición de Francia".
Concretar el proyecto de los jardines de Versalles requería una cantidad de mano de obra descomunal. Luis XIV ordenó que los soldados trabajaran como jardineros, y así Le Nôtre tuvo a su servicio a más de 30.000 infantes que se ocuparon de plantar semillas, cavar zanjas, construir diques y abonar terrenos. Muchos murieron por la fatiga o por las fiebres, pero el duelo no interrumpió una obra que llegó a incluir 2.400 fuentes de agua que funcionaban sincronizadas.
Para el riego, Luis XIV ordenó a sus ingenieros la construcción de una cisterna gigantesca para almacenar el agua que se traía desde el río Eure, a 100 km del palacio, con la técnica del anegado controlado de terrenos.
Le Nôtre trabajó incansablemente hasta el final de su larga vida. Además de participar en la realización de los jardines del palacio de Marly, última residencia del rey Luis XIV; después de sus 80, envió planos e instrucciones por carta para la realización de los jardines de palacios en Alemania y del Castillo de Windsor en Inglaterra.
Le Nôtre fue uno de los poquísimos cortesanos que sobrevivió en los salones de Versalles. Muchos historiadores se plantean las razones por las que el monarca nunca se cansó de él, a pesar de que se granjeaba las envidias de la aristocracia francesa porque siempre era llamado al palacio.
Según el autor Ian Thompson, se debe a que "el jardinero fue la clase de persona que Luis necesitaba para cumplir sus sueños en el terreno de la jardinería. Eran muy diferentes, les separaba una amplia distancia social. Sin embargo, al rey le gustaba encontrarse y hablar con él. Si fuese posible etiquetar como de amistad esa relación, entonces podría decirse que Le Nôtre y el rey Sol fueron amigos. Versalles era una ciénaga. Los dos la convirtieron en un paraíso terrestre".
Para describir la personalidad humilde y discreta de Le Nôtre, basta citar una anécdota que relata que Luis XIV lo convocó para concederle un ampuloso título nobiliario en agradecimiento por su contribución a los jardines de Versalles. Pero el monarca no esperaba la reacción del jardinero cuando le preguntó sobre los elementos que deseaba incorporar al solemne escudo de armas: «Tres caracoles y un repollo, majestad...».
Fuentes:
García Sánchez, L. 2000: El Jardinero del Rey Sol: Los jardines de André le Nôtre en la Francia de Luis XIV. Versalles, el desafío del rey Sol. Historia, 16 (293): 10-30.
Thompson, I. 2006. The Sun King's Garden: Louis XIV, Andre Le Notre and the Creation of the Garden of Versailles. London, Bloomsbury, 373 pp.