
De
Huertas
y Jardines
Invernaderos en la Antártida
El consumo de plantas como alimento comenzó desde los primeros días de la exploración de la Antártida y hasta hoy se mantiene con una autoproducción a pequeña escala en casi todas las estaciones allí establecidas.
Con sólo algunas pero importantes excepciones, la mayoría de estas huertas en la nieve surgieron como hobby, y fueron construidas con poco diseño o planificación. Es que desarrollar producciones de plantas en el continente blanco presenta desafíos únicos.
Sin embargo, esos desafíos están siendo vencidos por el avance de la tecnología y por la necesidad de contar con productos frescos, no sólo por sus propiedades saludables para el cuerpo, sino también como contribuyentes al bienestar psicológico de los equipos de técnicos y científicos allí asentados por largas temporadas (contacto e interacción con plantas, asumir roles durante el proceso de producción , etc).
En 2016 se contaban 10 sistemas de cultivos de plantas en la Antártida, administrados por 6 países diferentes: Australia, con las instalaciones hidropónicas de las estaciones Davis, Casey y Mawson; China, con el invernadero Gran Estación Muralla y la planta temporal de cultivo de Zhongshan; Japón, con la cámara de crecimiento de la estación Syowa; Nueva Zelanda, con la unidad hidropónica de sobremesa Scott Base; Corea del Sur, en las estaciones King Sejong y Jang Bogo y Estados Unidos, con la Cámara de Crecimiento de Alimentos del Polo Sur en la estación Amundsen-Scott South Pole.
Las características de estas huertas son muy variables: desde una unidad hidropónica sobre una mesa hasta cultivos de más de 40 m².
Tres de las 10 huertas operan dentro de contenedores externos a la estación principal, mientras que las otras están integradas a las instalaciones donde viven los expedicionarios.
En la Gran Estación Muralla de China se cuenta con el único invernadero del continente.
En todas se realiza cultivo en varios niveles para maximizar la producción en una superficie de suelo pequeña. En la japonesa de Syowa se cuenta con 5 niveles de cultivo, principalmente de hortalizas de hoja de bajo porte.
En cuanto a la suplementación con luz, actualmente casi todas usan tecnología LED, que provee ventajas en relación a otras fuentes de luz: alta eficiencia de conversión de energía en luz, posibilidad de manipular los colores del espectro para hacer óptima la producción, larga vida útil, etc.
Las huertas de la Antártida en su mayoría se cultivan en sistemas hidropónicos, con fertilización de CO2 y con sistemas de calefacción que usan energías renovables.
Estos avances productivos en un continente casi virgen están regulados por estrictas normas impuestas por acuerdos internacionales que exigen controles desde el inicio de cualquier proceso. Y debe ser así para prevenir la introducción de especies de plantas potencialmente invasivas, así como de plagas y enfermedades propias de los cultivos.
Una de las mayores excepciones al cultivo de huertas en la Antártida con fines recreativos y de autoconsumo, lo constituye el proyecto europeo EDEN ISS.
Está centrado en el estudio de sistemas de soporte de vida bioregenerativos, en particular tecnologías y procedimientos de cultivo de plantas. La principal área de trabajo es la llamada Future Exploration Greenhouse que está diseñada como una sola sala de cultivo, sin ventanas, con ajustes ambientales, como por ejemplo, un fotoperiodo luz-oscuridad de 17:7 horas.
Altamente tecnificado este ambiente está poniéndose a prueba para producir verduras en otros planetas, con independencia total del clima exterior.
El invernadero fue transportado por un barco de carga desde el puerto de Hamburgo a la Antártida. Desde mediados de enero de 2018 se halla junto a la base alemana de investigación polar Neumayer III, a 70 grados de latitud sur. En febrero se hizo la primera siembra de hortalizas, y para mediados de abril se cosecharon las primeras lechugas, rábanos y pepinos.
Fuentes:
Bamsey M T et al. 2016. Early Trade-offs and Top-Level Design Drivers for Antarctic Greenhouses and Plant Production Facilities. 46th International Conference on Environmental Systems, 10-14 July, Vienna, Austria, 20 pp.
Boscheri G et al. 2018. Status of the EDEN ISS Rack-like food production unit after five months in Antarctica. 48th International Conference on Environmental Systems, 8-12 July, Albuquerque, New Mexico, 10 pp.