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Alcaucil y colesterol alto

Dos enfermedades relacionadas con la producción de colesterol en el hígado afectan significativamente la salud de poblaciones de países desarrollados: la enfermedades coronaria (causada en más del 60% de los casos por la aterosclerosis o formación de placas de grasa en las paredes arteriales) y el hígado graso no alcohólico.

La primera tiene alta tasa de mortalidad y discapacidad en todo el mundo, y para la segunda existen pocos agentes terapéuticos disponibles.

Los extractos obtenidos de diferentes partes de la planta de alcaucil (hojas, flores y raíces) han sido usados como medicamentos desde tiempos remotos por sus efectos coleréticos, diuréticos, laxantes, estimulantes del apetito, anti gota y depurativos.
Pero el interés en el alcaucil como terapia herbal se vigorizó desde la primera mitad del siglo XX, cuando experimentos de científicos franceses establecieron su potencial como droga para tratar desórdenes metabólicos e hiperlipidemia.

En los 1960s,  uno de los ingredientes activos encontrados en el alcaucil - la cinarina - fue identificado y comercializado con éxito como un agente protector del hígado. En poco tiempo, este principio fue aislado y sintetizado por químicos italianos.
Algunas preparaciones sintéticas basadas en la cinarina se usan desde entonces, aunque hayan aparecido drogas más específicas para los desórdenes de este órgano tan vital.

En los últimos tiempos, los extractos acuosos de alcaucil han sido revalorizados, sobre todo en Alemania, donde se ha certificado oficialmente su seguridad y efectividad para tratar la hiperlipidemia, luego de pasar por un complejo proceso de regulaciones farmacéuticas.

Los trabajos de laboratorio con ratas y estudios ​con humanos aportan pruebas abrumadoras sobre los efectos positivos del alcaucil en la regulación de los niveles de colesterol.

Por citar uno de ellos, el desarrollado por un equipo de médicos iraníes, liderados por Yunes Pahanhi, tuvo como objetivo determinar si los extractos de hoja de alcaucil tienen utilidad terapéutica en pacientes con diagnóstico seguro de enfermedad de hígado graso no alcohólico. Para ello, 100 individuos fueron divididos en 2 grupos iguales: a uno de ellos se les suministró 600 mg de extracto de hojas de alcaucil por día, y al otro un placebo, durante 2 meses. Las respuestas del hígado fueron medidas a través de ultrasonido y del dosaje de marcadores serológicos como la cantidad y relación entre la  aspartata aminotransferasa y la alanina aminotransferasa. Los pacientes tratados con el extracto de alcaucil mostraron un aumento del flujo de las venas hepáticas, una reducción del diámetro de la vena porta y del tamaño del hígado, una reducción en el nivel de las enzimas, y una mejora en su relación, y una reducción en la bilirrubina total.

Los autores también observaron que la suplementación con extracto de hojas de alcaucil redujo el colesterol total, el LDL, el HDL y la concentración de triglicéridos, por lo que confirmaron los efectos benéficos de esta planta en pacientes con hígado graso no alcohólico.

 

Fuentes:

Mariangela Rondanelli, Francesca Monteferrario, Simone Perna, Milena Anna Faliva, Annalisa OpizziMonaldi. 2013. Health-promoting properties of artichoke in preventing cardiovascular disease by its lipidic and glycemic-reducing action Arch Chest Dis; 80: 17-26

Panahi Y, Kianpour P, Mohtashami R, Atkin SL, Butler AE, Jafari R, Badeli R, Sahebkar A. 2018. Efficacy of artichoke leaf extract in non‐alcoholic fatty liverdisease: A pilot double‐blind randomized controlled trial. Phytotherapy Research 32 (7):1382–1387

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